El triunfo personal ha sido una obsesión del ser humano. La lucha por alcanzar mejores condiciones de vida, por salir de la miseria en una época complicada, esa es la base de esta extensa novela de Andrés Vidal. Es su primera obra y está narrada de forma sencilla y amena. Sin darte cuenta vas pasando las páginas para averiguar que va a ocurrir a continuación. Es la lucha de un sueño, me parece interesante y entretenida. Recomendada por un compañero, me acompaña en estas tardes de asueto y calor.
lunes, agosto 29, 2011
La Herencia de la tierra.
El triunfo personal ha sido una obsesión del ser humano. La lucha por alcanzar mejores condiciones de vida, por salir de la miseria en una época complicada, esa es la base de esta extensa novela de Andrés Vidal. Es su primera obra y está narrada de forma sencilla y amena. Sin darte cuenta vas pasando las páginas para averiguar que va a ocurrir a continuación. Es la lucha de un sueño, me parece interesante y entretenida. Recomendada por un compañero, me acompaña en estas tardes de asueto y calor.
sábado, agosto 27, 2011
Campo Maior
CAMPO MAIOR es una villa portuguesa del distrito de Portalegre, perteneciente a la región del Alentejo.De unos 9000 habitantes, muy cerquita de nuestra Comunidad. Sus calles se convierten en fantasia gracias a las manos laboriosas de sus habitantes. Engalanan sus calles con flores de papel de seda haciendo un paseo inusual y alegre. Es la "festa do povo" en la que todos sus habitantes participan activamente. Cada calle está adornada de un motivo y es guardado en secreto hasta el día del inicio de esta fiesta de las flores. Merece la pena pasear por estas ruas tan alegres.
domingo, agosto 14, 2011
Pompeya
Aquella mañana hacía calor, cuando nos dispusimos a emprender la marcha hacia la vetusta ciudad. Había sido una urbe adelantada a su tiempo y de la que ahora sólo se conserva sus ruinas, gracias a las cenizas del volcán que un día 24 de Agosto del año 79 d.C. la cubrieron por completo.
Mi ilusión era máxima al poder pasaear por sus calles, aún empedradas con las antiguas y desgastadas piedras, visitar sus termas, sus teatros, sus casas y mercadados y como no, por deambular por el foro, por aquella magnífica plaza en la que en otros tiempos sus habitantes miraban al fondo y veían al Vesubio que se convertiría en el verdugo de aquella pujante sociedad.
Mi ilusión era máxima al poder pasaear por sus calles, aún empedradas con las antiguas y desgastadas piedras, visitar sus termas, sus teatros, sus casas y mercadados y como no, por deambular por el foro, por aquella magnífica plaza en la que en otros tiempos sus habitantes miraban al fondo y veían al Vesubio que se convertiría en el verdugo de aquella pujante sociedad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)