No hay nada mejor que perderse en una ciudad cargada de encantos, un lugar que tiene tantas posibilidades, tantos lugares distintos. Pasear por sus ruas y encontrarte tanta diversidad de razas y de costumbres. Lisboa pertenece al género de ciudades con encanto.
Hay ciudades para el turista ocasional; hay otras para el viajero que quiere sumergirse y empaparse de una cultura diferente. Estas últimas son los lugares que jamás olvidas. Sus imágenes se quedan atrapadas allí donde la memoria las puede rescatar una y otra vez. Son ciudades a las que deseas volver e impregnarte de aquello que te transmitieron en el primer viaje. Visitar sus barrios tan peculiares, recorrer sus tortuosas y empinadas calles en el arcaico tranvía, jantar a la luz de las velas, alumbrados por los fados desgarrados llenos de sentimientos, todo y mucho más, eso es Lisboa.
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