Siempre me gustó esta obra de Salvador Dalí. De vez en cuando yo también me quedo absorta mirando no sé a donde, asomada a mi ventana, aunque Gala tiene una mejor visión que yo. Esta conocida escena en la que su mujer y musa, Gala, se asoma al alfeizar de una ventana a contemplar la relajante vista sobre el Mediterráneo en la bahía de Cadaqués. El color contenido, la muchacha en actitud distraída y absorta y el velero, el mar y el cielo conforman una obra de gran belleza. El efecto es tan realista que podemos respirar la suave brisa marina a poco que pongamos imaginación.
martes, junio 05, 2007
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