La Terrona
Uno de mis árboles preferido es la encina, (quercus rotundifolia), será que desde pequeña las he visto muy de cerca. Me parece un árbol majestuoso y robusto.
La encina es una planta arbórea de hojas perenne, que corresponde a diversas especies del género Quercus. Puede alcanzar los 30 m. Las hojas son simples que presentan varias formas: redondeadas las superiores y más aguzadas y con dientes las inferiores, son verde brillante por el haz y con borra blanquecina en el envés. Florece en Abril-Mayo. Las flores femeninas dan lugar al fruto (no podía ser de otra manera) que es la bellota, ésta dispone de un cascabullo en forma de dedal con escamillas.
La encina presenta multitud de formas según sus numerosas subespecies. Es una especie propia de la región mediterránea, muy frecuente y típica de la península ibérica, donde forma encinares. Es maderable, de madera muy dura y compacta y corteza curtiente, es muy apreciada para carbón y construcciones. Es el árbol más representativo del monte y del matorral mediterráneo en Extremadura, así como de la dehesa. Son vitales para evitar la desertización y degradación de nuestra naturaleza, proporcionando alimento y cobijo a multitud de especies animales. Su fruto (la bellota) sirve para alimentar al ganado porcino.
La encina era el árbol sagrado de Zeus. Con una corona de hojas de encina se premiaba a los vencedores de los juegos nemeos (juegos nacionales griegos). En Roma, la encina estaba consagrada a Júpiter y de ella se cortaban los ramos para la confección de coronas cívicas.
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